I'll miss you so much
Esta entrada no será dedicada a lo de siempre...Siento tan irreal esto.
No puedo creer que ya no esté;
veo su foto y no lo termino de comprender.
Aún me sorprendo a mí misma observando por la ventana,
esperando verla allí donde siempre estaba.
Es tan injusto que haya sufrido como lo hizo,
que no haya podido hacer nada por ella,
que no pueda volver a mirar esos ojitos cristalinos,
que no vuelva a escuchar sus patitas cuando corre,
que no pueda acariciar sus orejitas nunca más...
Que ya no esté conmigo.
Que mi madre se eche la culpa de lo sucedido,
que mi madre sufra y diga que debió darse cuenta de todo,
que mi madre no haya podido dormir y eso le hace muy mal...
Que no vaya a regresar jamás.
Que yo haya estado con ella sin poder hacer nada,
que yo haya visto cómo moría,
que haya muerto en mis brazos.
Sólo han pasado horas y la extraño enormemente,
siento un enorme vacío,
y a la vez un peso gigante.
Observo su foto y trato de comprender todo.
Me es tan irreal que ayer la tenía conmigo
y hoy ya no más.
Me duele muchísimo que no esté más a mi lado,
me duele mucho más no haberla ayudado.
Ella que tan santa era, tan dulce,
tan buena;
no se merecía el sufrimiento que recibió.
Nos amaba con toda su alma,
y por nosotras habría dado su vida misma,
jamás fue violenta, ni mucho menos desobediente,
era consentida y cariñosa, pero respetuosa.
Me hacía compañía cuando lloraba,
y siempre pareció ser la única que me entendía por completo.
Los cinco años que pasé junto a ella
son irremplazables así como inolvidables,
fue el mejor regalo que tuve en mi vida,
de eso estoy segura.
Te amo, mi linda angelita, Barbie, mi perra...